Estos son los efectos secundarios del ácido acetilsalicílico, principio activo de la Aspirina

Dolores de cabeza, dentales, menstruales, musculares o incluso fiebre son algunas de las dolencias para las que se usa este fármaco.

La Aspirina es uno de los fármacos más comunes en España. Uno de esos a los que la mayoría de la población acude, incluso sin prescripción médica, cuando necesita controlar algún dolor. El ácido acetilsalicílico es el principio activo de este medicamento, que pertenece al grupo de fármacos con el nombre de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).

Este medicamento se emplea principalmente para aliviar dolores ocasionales que sean leves o moderados. Estos pueden ser dolores de cabeza, dentales, menstruales, musculares o incluso estados febriles, pero solo está permitido para adultos y adolescentes mayores de 16 años.

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¿Y de dónde procede este fármaco? El principio activo de la Aspirina, el ácido acetilsalicílico, tiene su origen en la naturaleza. El ácido en sí procede del sauce blanco, un árbol perteneciente a la familia de las Salicáceas. Las zonas templadas, como el centro de Europa o el norte de África, son las zonas en las que crece esta especie. Y una de sus principales características es que, en su corteza, tiene salicina (una sustancia amarga) y esto es lo que se extraía para obtener el áciddo salícico.

No obstante, a principios del siglo XX, diversas investigaciones permitieron sintetizar el ácido acetilsalicílico en los laboratorios. Esto, a su vez, permitió fomentar la difusión de este medicamento. Las primeras dosis del fármaco, con fines antiinflamatorios, antipiréticos y analgésicos, fueron de 500 mg. Además, a mediados de el mismo siglo, los estudios científicos demostraron que también tenían un buen resultado terapéutico las dosis de 100 mg y 300 mg.

A pesar de que su uso está muy extendido, la aparición de otros medicamentos como el Paracetamol han hecho que baje su consumo. Además, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha advertido de que tomar este fármaco por un tiempo prolongado y sin supervisión médica también puede tener efectos adversos para el organismo.

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Efectos secundarios de la aspirina

  • Problemas gastrointestinales: la aspirina es un fármaco gastrolesivo, por lo que puede producir daños de diferente tipo. Algunos de ellos son úlcera de estómago, úlcera de intestino, sangrado gastrointestinal, dolor del abdomen, digestión pesada, ardor, acidez, molestias gástricas, náuseas y vómito.
  • Problemas respiratorios: dificultad para respirar (que se puede presentar como asma o espasmo bronquial, entre otros), congestión nasal y rinitis.
  • Problemas cutáneos: urticaria, erupciones cutáneas, angioedema (esto es la inflamación e hinchazón que afecta a la cara, los labios, la boca, la lengua o la garganta, y puede provocar dificultad al tragar o respirar), así como picor.
  • Hipoprotrombinemia: alteración de la coagulación de la sangre cuando se administra en dosis altas. Es por ello que, antes de operar a una persona que esté tomando este fármaco, hay que retirárselo para evitar complicaciones en la operación.
  • Síndrome de Reye: El síndrome empieza al tener lugar un daño cerebral súbito (agudo) y problemas hepáticos. No hay una causa conocida para esta afección, pero ha aparecido en niños que han tomado ácido acetilsalicílico cuando tenían varicela gripe. Este es el motivo por el que las Aspirinas infantiles no se comercializan y solo se administran a partir de los 16 años.
  • Trastornos de hígado.
  • Anemia.

En el caso de que alguno de los pacientes experimente algún efecto secundario diferente de los que se habían avisado, debe notificarlo de inmediato en la página de la AEMPS. Si se corrobora que esos efectos estaban relacionados con el fármaco, se modificarán tanto la ficha técnica (dirigida a los profesionales) como el prospecto (dirigido a los pacientes).

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