Hematuria/Sangre en la orina: ¿Cuándo preocuparse?
|Observar que tenemos sangre en alguna parte de nuestro cuerpo siempre es alarmante, pero resulta aún más inquietante cuando esta sangre está presente en la orina o excrementos,}.
La hematuria o sangre en la orina es un problema que, a pesar de no representar gravedad en el estado de salud, sí amerita que se necesite una consulta médica, pues puede ser un síntoma de ciertas enfermedades, sobre todo en los adultos mayores de 50 años.
Hay que aclarar que el hecho de que la orina sea color rojizo no significa que contenga sangre, pues puede adquirir este tono en los siguientes casos:
- Se comen ciertos alimentos, como la remolacha.
- Se está siguiendo un tratamiento farmacológico concreto.
- Hay hemoglobina en la orina porque ha habido una degradación de los glóbulos rojos.
- Hay presencia de proteínas del músculo, al producirse una descomposición de células musculares.
¿Cuándo preocuparse?
Debes visitar lo antes posible un médico si:
- Se aprecia una importante cantidad de sangre, incluso coágulos. En este caso debes acudir rápidamente a urgencias; si la cantidad de sangre es más pequeña, no hay que dejar pasar más de uno o dos días para ir a ver al médico.
- Viene acompañada por dolor en uno o ambos costados, en la zona genital, o en los lumbares.
- La aparición de sangre coincide con vómitos y fiebre alta.
- Sientes un fuerte dolor al ir al baño, y tienes la necesidad imperiosa de ir constantemente, pero la cantidad de orina es muy pequeña.
- Al orinar, además de sangre, expulsas una especie de arenilla.
- Llevas unos días especialmente cansado, muy pálido, y con escalofríos, sin que haya una causa aparente que provoque este estado.
Clasificación de la hematuria
La presencia de sangre en la orina, también conocida entre los profesionales sanitarios como hematuria, puede clasificarse en dos tipos según su visibilidad:
- Hematuria macroscópica: cuando la sangre es visible a simple vista, e incluso pueden aparecer coágulos de sangre en la orina.
- Hematuria microscópica: solo se puede detectar la sangre por medio de un microscopio, por lo que normalmente se descubre al realizar un análisis de orina.
Causas
La presencia de sangre en la orina o hematuria no tiene por qué tener un origen patológico, pero puede ser un síntoma de ciertos trastornos como los que te describimos a continuación:
Agrandamiento de la próstata
También conocida como hiperplasia benigna, esta alteración es uno de los motivos más comunes por los que aparece sangre en la orina de los hombres mayores.
El motivo de que la hiperplasia provoque la aparición de sangre, tanto macroscópica, como microscópica, es la presión que ejerce la próstata sobre la uretra que, como consecuencia, origina la obstrucción del flujo urinario.
Los hombres con este problema no suelen ser capaces de vaciar por completo la vejiga, lo que aumenta las posibilidades de tener una infección urinaria, de que se formen cálculos vesiculares, e incluso que aparezca una lesión en los riñones.
Prostatitis
Este trastorno no se relaciona con una causa concreta, pero puede surgir por una infección bacteriana que vaya desde las vías urinarias o desde la sangre hasta la próstata.
Esta situación provoca espasmos musculares en la vejiga y la pelvis, originando dolor en el perineo, en el ano, el pene, los testículos, o la zona lumbar, así como inflamación de la próstata y, por tanto, dificultad para orinar o necesidad urgente de miccionar acompañada de dolor.
Menopausia
Aunque los hombres son más propensos a esta afección, las mujeres en la etapa de la menopausia también la pueden padecer debido a que en la menopausia empieza a reducirse la producción de estrógenos, los tejidos que se encuentran alrededor de la uretra pierden grosor, situación que aumenta las posibilidades de tener una infección de vejiga o cistitis.
Como señal de alerta puede aparecer sangre en la orina, dificultad y ganas frecuentes de orinar, ardor al ir al baño, y escozor constante.
Cálculos en las vías urinarias
Los hombres que se encuentran en la tercera edad, que siguen una dieta demasiado alta en proteínas de origen animal y vitamina C, consumen poca cantidad de agua, y además tienen antecedentes familiares, son más propensos a tener cálculos (conocidos como piedras) en las vías urinarias.
Su presencia en las vías urinarias, especialmente los de tamaño mediano-grande, origina el bloqueo del flujo de la orina, infecciones y hemorragias, todo ello acompañado de un fuerte dolor.