Los siete riesgos, además del cáncer, de tomar el sol sin protección
|Tomar el sol es necesario para todos. Es la principal fuente de vitamina D, que mantiene los huesos fuertes y sanos, entre otros beneficios que hacen posible la vida. El sol también contribuye a funciones corporales como la disminución de la presión sanguínea, reduce la incidencia de las infecciones respiratorias, baja el colesterol, hace subir la hemoglobina de la sangre y estimula las terminaciones nerviosas, por citar algunas.
Pero también tiene sus contrapartidas. Es bien sabido que abusar de los baños de sol puede conllevar muchos riesgos para la salud, especialmente en verano y si no tomamos las protecciones adecuadas.
En este artículo queremos centrarnos en los riesgos para la salud que conlleva una exposición excesiva a los rayos solares.
Riesgo de cáncer.
El sol emite rayos ultravioletas, que son el factor de riesgo principal para la mayoría de los cánceres de piel ya que son los que dañan las células de la piel y causan quemaduras y otras afectaciones que pueden acabar desembocando en un cáncer.
Siete riesgos más.
Otros riesgos de tomar el sol sin protección son los siguientes.
- Aparición de eritemas, que consisten en el enrojecimiento de la piel expuesta al sol. Preceden a las quemaduras.
- Quemaduras, que pueden ser de primer o segundo grado en función de su gravedad. Pueden ir acompañadas de ampollas, dolor de cabeza y fiebre.
- Trastornos de la vista. El sol puede aumentar el riesgo de tener cataratas y favorecer la aparición de queratitis y conjuntivitis.
- Envejecimiento de la piel. El exceso de rayos ultravioletas provoca el envejecimiento de la piel, ya que ataca al colágeno y la elastina, haciendo que la piel se reseque y esté más flácida.
- Alergias. Se han dado casos de personas con alergia al sol, que se manifiesta con un sarpullido con picazón en la piel.
- Inhibición del sistema inmunitario. Un exceso de radiación sola puede provocar un mal funcionamiento de las defensas naturales del cuerpo.
- Queratosis. Manchas o parches de piel escamosos en la capa superior de la piel que, con el tiempo, pueden endurecerse y parecer una verruga. Aparecen cuando tenemos una exposición prolongada al sol sin protección.
Medidas de prevención.
Para evitar estos riesgos, debemos tomar precauciones y protegernos del sol. Para ello, lo más importante es utilizar un protector solar adecuado de forma periódica.
Al mismo tiempo, tenemos que controlar el tiempo que pasamos bajo el sol y evitar las horas de más intensidad, como es la franja de mediodía.
El uso de gafas de sol, sombreros y ropa de algodón también es recomendable para evitar quemaduras y daños en la vista.
Por último, recordar la importancia de una buena hidratación, ya sea bebiendo agua o tomando alimentos ricos en ella.