TODO LO QUE DEBES SABER SOBRE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

¿Qué es la hipertensión arterial?
La presión arterial es la fuerza necesaria para que la sangre circule a través de los vasos arteriales. Cuando esta fuerza ejercida por el corazón a las arterias de forma sostenida es excesiva o más alta de lo recomendable, se habla de hipertensión arterial.

La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo cardiovascular. Se la conoce como el asesino silencioso, porque en la mayoría de casos no presenta síntomas, por lo que se pueden llegar a desarrollar problemas cardiacos, cerebrales o renales sin ser conscientes de padecer hipertensión.

Síntomas
Los síntomas más comunes de la hipertensión arterial son los siguientes:

  • Dolor de cabeza fuerte.
  • Náuseas o vómitos.
  • Confusión.
  • Cambios en la visión.
  • Sangrado nasal.

Causas
La mayor parte de las veces no hay una causa concreta desencadenante de hipertensión, por lo que se denomina hipertensión primaria o hipertensión esencial. El 90-95% de los hipertensos serían de este grupo. A pesar de no haber causa específica sí se sabe que hay condicionantes que aumentan la probabilidad de desarrollar hipertensión arterial, como son la edad avanzada –ya que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos a medida que envejecemos

La presencia de otras enfermedades como diabetes, colesterol elevado y obesidad también predisponen a padecer hipertensión arterial (se conoce como hipertensión secundaria), así como si eres una persona que con frecuencia sufre estrés o ansiedad.

Tratamiento
Para mantener una presión arterial baja te recomendamos que hagas estos cambios en tu estilo de vida si es que aún no los incluyes:

  • Reduce el exceso de peso y cuida la cintura. La presión arterial a menudo aumenta cuando se aumenta de peso.
  • Haz ejercicio regularmente.
  • Lleva una dieta saludable.
  • Reduce el consumo de sodio en tu dieta.
  • Limita la cantidad de alcohol que bebes.
  • Dejar de fumar.
  • Reduce el consumo de cafeína.
  • Reduce el estrés.

Prevención
Practicar ejercicio moderado y adaptado a las posibilidades de cada individuo es una excelente forma de mejorar el control de la presión arterial, además de ayudar con otros factores de riesgo: mejorar la diabetes y el colesterol, y mantener o conseguir un peso adecuado.

Se recomienda la dieta mediterránea, que se caracteriza por la abundancia de productos frescos de origen vegetal como frutas, verduras, cereales, patatas, frutos secos, entre otros la escasez de productos ricos en azúcares refinados y carnes rojas, la presencia del aceite de oliva como la principal fuente de grasa, y la ingesta de queso, yogurt, pollo y pescado en cantidades moderadas, lo cual se considera una alimentación ideal para la prevención de las enfermedades cardiovasculares.

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