¿Sabes lo importante que es el hierro para tu bebé? Mira cómo suministrarlo en su alimentación

El hierro es el mineral que cuerpo utiliza para fabricar la hemoglobina, la proteína encargada de transportar oxigeno dentro los glóbulos rojos a las diferentes partes del cuerpo, también sirve para elaborar las hormonas y el tejido conectivo, por lo que es imprescindible para que el cuerpo de tu pequeño funcione correctamente.

La escasez de hierro produce una falta de hemoglobina o de los glóbulos rojos en la sangre, lo que desencadena en una anemia por deficiencia nutricional.

La anemia por deficiencia de hierro en niños se asocia a resultados pobres en áreas cognitivas, motoras, sociales y emocionales.

¿Cuánto hierro debe administrase a los bebés?
Los bebés necesitan una ingesta de 0.27 mg hasta los 6 meses y de 11 mg entre siete meses y un año. De hecho, hay que tener en cuenta que el hierro corporal total al momento del nacimiento es uno de los aspectos fundamentales a tener en cuenta, por lo que no es tan elevada la necesidad de administración férrica al inicio de la vida en comparación con otras etapas.

También es prioritario mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses como mínimo. Esto se debe a que el hierro que contiene la leche materna es bien absorbido, si se compara con otros líquidos o sólidos que pueden introducirse a la dieta del bebé en ese periodo.

¿Qué alimentos ricos en hierro debería darle a mi bebé?
La Asociación Española de Pediatría (AEPED) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad. A partir de allí, puede comenzar lo que se conoce como alimentación complementaria, que es el proceso de ofrecer al bebé comida distinta a la leche materna o de fórmula, como complemento y no como sustituto, a continuación te contamos cuáles alimentos deberías darle a tu bebé:

Carne roja
La carne roja contiene 3 y 4 miligramos de hierro por cada 100 gramos dependiendo del corte que se consuma. Se recomienda ofrecerla diariamente a partir de los seis meses.

Puede ser en forma de puré, cocinados y desmigados, evitando las frituras. En lactantes grandes, puede incluirse en pequeños trozos, preferiblemente cocida a la plancha, en croquetas o albóndigas.

Quinoa
La quinoa contiene 13.2 miligramos de este mineral. Es una semilla considerada como cereal, por lo que puede disolverse en leche o consumirse añadido a purés. Se recomienda que, si la madre se extrae la leche materna, añada este cereal en polvo y lo disuelva.

Frutos secos
Es importante que se ofrezcan solo molidos a los 6 meses. No es recomendable que se incluyan en la dieta en forma de sólidos antes de los 3 años para evitar el riesgo de asfixia. Entre los frutos secos que más hierro contienen están las semillas de sésamo, con 9 miligramos, los pistachos con 7,2 miligramos y las almendras, con 4 miligramos.

Cereales
Dentro del grupo de los cereales se incluyen el maíz, el trigo, la cebada, el arroz, la avena y el centeno. Suelen ofrecer 3.4 miligramos de hierro. En estos casos, se desaconsejan los que contengan azúcares o miel, ya que es preferible que lo consuman en polvo disueltos en leche.

Moluscos
En el caso de los moluscos son una fuente importante de hierro. Los que más contienen son las almejas, los berberechos y las chirlas con 24 miligramos.

No obstante, la introducción de moluscos a la dieta de los infantes es tema de debate porque pueden causar alergias. De hecho, la Asociación Americana de Pediatría no recomienda que los consuman antes del año, aunque es algo que sigue en estudio.

Legumbres
Las legumbres que más hierro aportan son las judías verdes con 5.1 miligramos. Se recomienda que comiencen a ingerirlas a partir del octavo mes en purés de verdura o cocidas. Otras legumbres que pueden considerarse para la dieta con hierro son los garbanzos, los guisantes verdes, las lentejas cocidas y el maní.

Vegetales verdes
Entre los vegetales verdes con mayor cantidad de hierro están los espárragos con 2.1 miligramos. Pese a que son de fácil digestión, se recomienda su consumo a partir de los 12 meses porque tienen alta tendencia a acumular nitritos que pueden causar intoxicaciones y gastroenteritis. Se pueden consumir crudos y bien lavados por primera vez, siempre pendientes de la tolerancia del niño a la verdura.

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *