Amigdalitis: qué es, síntomas, tipos y tratamiento

La amigdalitis es una enfermedad donde ocurre la inflamación de una o de las dos amígdalas.

Tipos de amigdalitis

La amigdalitis puede clasificarse de dos formas:

Según la duración de sus síntomas en:

  • Amigdalitis aguda: cuando la infección dura hasta 3 meses;
  • Amigdalitis crónica: cuando la infección dura más de 3 meses o es recurrente;

Según la causa que la origina en:

  • Amigdalitis bacteriana: generalmente causada por bacterias del tipo Streptococcus y Neumococos. Los síntomas suelen ser más fuertes y duraderos, además de ocasionar la aparición de pus en la garganta;
  • Amigdalitis viral: generalmente causada por virus Epstein-barr, que es el principal agente causal de la mononucleosis. También puede ser causada por el Citomegalovirus, el virus de la parotiditis y el adenovirus, los cuales corresponden a un tipo de virus que suelen causar enfermedades respiratorias. Cuando la infección es viral, los síntomas son más leves, no hay pus en la garganta y puede haber síntomas asociados como ronquera, faringitis, aftas o inflamación de las encías. 

En la mayoría de los casos el diagnóstico es clínico, es decir, la amigdalitis bacteriana se identifica tan solo con la evaluación de los síntomas y la observación de la garganta en el consultorio. Sin embargo, también existen casos donde el médico puede pedir un examen microbiológico para saber cuál es la bacteria que está causando la infección en las amígdalas, adecuando mejor el tratamiento.

Principales síntomas

Los síntomas de la amigdalitis pueden variar de acuerdo al estado del sistema inmunológico de la persona y según la causa que esté originándola, generalmente son:

  • Dolor de garganta que permanece por más de 2 días;
  • Dificultad para tragar;
  • Garganta roja e hinchada;
  • Fiebre y escalofríos;
  • Tos seca;
  • Pérdida del apetito;
  • Malestar general.

Además de esto, cuando la amigdalitis es causada por bacterias, también puede observarse la presencia de puntos blancos en la garganta, siendo importante la evaluación por un médico para iniciar el tratamiento lo más pronto posible. Vea más sobre la amigdalitis bacteriana. 

¿La amigdalitis es contagiosa?

Los virus y las bacterias que pueden causar amigdalitis pueden transmitirse de una persona a otra al inhalar las gotas liberadas en el aire al toser o estornudar. Además, la transmisión de estos agentes infecciosos también puede ocurrir a través del beso o por el contacto con objetos contaminados.

Por lo tanto, es importante que se tomen algunas medidas para prevenir la transmisión, como lavarse bien las manos, no compartir platos, vasos y cubiertos, y cubrirse la boca al toser o estornudar.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la amigdalitis se puede realizar con la ingesta de antibióticos de amplio espectro derivados de la penicilina, en caso de que la inflamación sea causada por bacterias. En caso de que la infección sea de origen viral, el médico podrá recomendar el uso de medicamentos para controlar la fiebre y el dolor. La enfermedad dura en promedio 3 días, pero es común que el médico indique la ingesta de antibióticos durante 3 a 5 días, para garantizar que la bacteria es eliminada del organismo, siendo importante realizar el tratamiento por el período indicado por el médico para evitar complicaciones.

Beber bastante agua, aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina C y modificar la consistencia de los alimentos, ingiriéndolos licuados o tipo puré también podría ayudar a aliviar y mejorar los síntomas.

Además de esto, también existen algunos tratamientos caseros, que en la mayoría de los casos, pueden ser utilizados para complementar el tratamiento indicado por el médico. Uno de ellos es la realización de gárgaras con agua tibia y sal, máximo 2 veces al día. Es importante siempre indicarle al médico sobre cualquier tipo de tratamiento casero a realizar, debido a que puede interferir con la actividad de los medicamentos. Conozca otras posibles causas del dolor de garganta y cómo combatir este síntoma.

En los casos más graves, cuando la amigdalitis es recurrente, el médico podría indicar una cirugía para extirpar las amígdalas. Vea cómo es la recuperación de la cirugía en el vídeo a continuación:

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