Hinchazón en las piernas: Síntomas, causas y prevención

La hinchazón en las piernas es un problema común en las personas mayores y puede acarrear alteraciones como la sensación de hormigueo, de pesadez y cansancio en las piernas, esto puede ser debido a la retención de líquidos o a una mala circulación entre otras causas, hoy aprenderemos un poco más sobre este problema y evitarás o reducirás la hinchazón.

Síntomas
Los síntomas más frecuentes son:

*Hinchazón en tobillos, rodillas y pantorrillas, especialmente a última hora del día.
*Sensación de pesadez y cansancio en las piernas.
*Hormigueo, picor, y calambres en las piernas.
*Piernas enrojecidas y calientes al tacto.
*Aparición de varices.

Causas
Este problema es común entre las personas mayores porque reúnen algunas de las causas que originan la hinchazón de piernas:

  • La propia edad avanzada favorece la insuficiencia venosa.
  • Presentar sobrepeso.
  • Llevar una vida sedentaria, pasando mucho tiempo sentados.
  • La toma de ciertos medicamentos, como algunos que se utilizan para regular la presión arterial y antidepresivos.
  • Cambios hormonales en las mujeres durante la menopausia.
  • Padecer algún problema hepático, cardiaco o renal. En dicho caso la hinchazón puede tener como causa un problema mayor que debe ser tratado.
  • El estreñimiento y llevar una alimentación inadecuada, rica en sal y productos grasos.

Prevención
Algunas de las causas que provocan que las piernas de los mayores se hinchen no se pueden evitar, como es la propia edad, o el permanecer mucho tiempo sentados si tienen problemas de movilidad.

Sin embargo, sí se pueden adoptar una serie de hábitos saludables que van a reducir los efectos de dicha situación:

-Evitar el calor directo en las piernas, como el que desprenden las estufas o los braseros.

-Utilizar ropa cómoda y suelta que no se ciña, por lo que hay que evitar calcetines que se ajustan en el tobillo, o pantalones que aprieten la zona abdominal.

-Si es inevitable permanecer mucho tiempo sentado, colocar las piernas en alto.

-Dormir reposando los pies en un cojín, para que estén más elevados que el resto del cuerpo.

-Utilizar reposapiés que permitan mover los pies mientras estamos sentados, cuando no es posible poner los pies en alto.

-Mientras se está sentado, mover los dedos de los pies y los tobillos de vez en cuando.

-Ducharse con agua templada, y acabar con un chorro de agua más fría de lo habitual, comenzando por el tobillo y acabando en el muslo. Repetir varias veces esta operación.

-Utilizar calzado cómodo, evitando tacones altos, pero también zapatos totalmente planos.

-No cruzar las piernas.

-Acabar el día aplicando un masaje en las piernas, si es posible con un gel frío, comenzando por los tobillos para acabar en la zona de la ingle, ejerciendo una leve presión para favorecer el retorno sanguíneo.

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *