MENTA: Propiedades y beneficios
|Conocida principalmente por ser un ingrediente en la cocina y en la composición de productos para la higiene bucal, la menta, además de darnos frescor, es una planta con múltiples beneficios para nuestra salud.
Propiedades
La menta está compuesta, entre otros, por ácido ascórbico –también conocido como vitamina C–, acético y benzoico. Además de dichos ácidos, en su composición también destacan vitaminas del grupo B (B1, B2 y B3) –fundamentales para el proceso metabólico– y minerales como el calcio, fósforo, hierro o el magnesio.
Asimismo, en sus hojas, encontramos una cantidad moderada de fibra, necesaria para llevar una dieta saludable y betacaroteno –componente antioxidante y fundamental para la producción de vitamina A. El consumo de menta también puede ayudarte a luchar contra el envejecimiento, pues contiene flavonoides, unos antioxidantes que reducen la acción de los radicales libres.
Beneficios
Además de frescura, la menta ofrece múltiples beneficios para nuestra salud.
La rica composición de la menta hace de ella una planta con importantes propiedades saludables para nuestro organismo, sobre todo para el aparato respiratorio y el digestivo. De hecho, tan sólo su aroma posee la cualidad de refrescar las vías respiratorias y, al mismo tiempo, de estimular el apetito.
Respecto al aparato respiratorio, en los procesos gripales y otras enfermedades asociadas a las vías respiratorias es bueno tomar menta debido a que:
El ácido ascórbico facilita en gran medida la expulsión de la mucosidad.
El mentol presente en su composición es un potente descongestionante para las vías respiratorias, al mismo tiempo que regula la temperatura corporal si el enfermo presentara fiebre debido a su capacidad para incrementar la sudoración.
En casos de asma o de otras enfermedades que llevan asociadas episodios de tos, el tinol compuesto orgánico presente en la menta– funciona como un eficaz antitusivo natural.
Por lo que al aparato digestivo respecta, la menta reduce la irritación intestinal propia de enfermedades como la diarrea, colitis o la enfermedad de Crohn y los gases, al mismo tiempo que favorece el proceso digestivo al mejorar, entre otros, el funcionamiento del hígado. También reduce y evita los vómitos y los cólicos abdominales.
Además de todas estas propiedades, la menta también tiene otro tipo de aplicaciones. Por ejemplo, masticar menta ayuda a reducir los efectos asociados al mal de altura dificultad que presenta el organismo para adaptarse a la falta de oxígeno asociada a la altitud, ya que mejora y facilita la circulación sanguínea.
Debido a su fuerte olor y sabor, se emplea en casos de halitosis, sequedad bucal y para reducir la incidencia de caries y gingivitis, al igual que otras plantas como el eucalipto, la manzanilla y la equinácea.
¿Cómo tomar la menta?
La forma de preparar la infusión de menta, así como el número de veces que la tomaremos al día, variarán en función de los beneficios que queramos obtener.
En este sentido, infusionaremos una cucharada de menta seca en agua caliente durante 10 minutos y tomaremos esta infusión al menos dos veces al día.